Ciudad de México, 30 de agosto de 2024
La tarde del 30 de agosto, una intensa granizada sorprendió a los habitantes de la alcaldía Álvaro Obregón en la Ciudad de México, cubriendo de blanco las calles del poniente de la capital. El fenómeno meteorológico, que duró varios minutos, transformó el paisaje urbano en un inusual escenario invernal, generando tanto complicaciones como momentos de asombro entre los residentes.
La granizada fue tan fuerte que, en varias zonas, el hielo se acumuló rápidamente, dificultando el tránsito vehicular y peatonal. Elementos del Cuerpo de Bomberos y de Protección Civil se movilizaron de inmediato para atender las emergencias generadas por la tormenta. Su principal tarea fue liberar las vialidades y las entradas a las casas que quedaron bloqueadas por la gran cantidad de granizo. Uno de los incidentes más destacados ocurrió en la calzada Desierto de los Leones, donde un árbol, debilitado por el peso del hielo, cayó sobre un automóvil estacionado. Afortunadamente, el conductor no se encontraba dentro del vehículo en el momento del accidente, y no se reportaron heridos.
En la colonia Colinas del Sur, el inusual manto blanco que cubrió las calles fue recibido con entusiasmo por los vecinos. Muchos aprovecharon la ocasión para tomarse fotos y jugar con la nieve improvisada, convirtiendo la tormenta en una oportunidad para crear recuerdos en medio del clima adverso. Sin embargo, la acumulación de granizo también provocó encharcamientos en varias calles aledañas, generando problemas para los transeúntes y algunos daños menores en viviendas que no estaban preparadas para tal cantidad de agua y hielo.
Las autoridades meteorológicas advirtieron que este tipo de eventos, aunque poco frecuentes, son cada vez más posibles debido a los cambios climáticos que afectan a la región. La alcaldía Álvaro Obregón, al igual que otras zonas del poniente de la Ciudad de México, se ha visto en ocasiones anteriores afectada por lluvias intensas y granizadas, aunque pocas veces con la intensidad registrada el 30 de agosto.
Este fenómeno no solo resaltó la capacidad de respuesta de los servicios de emergencia, sino también la necesidad de que los ciudadanos estén preparados para enfrentar situaciones climatológicas extremas. Mientras tanto, la imagen de las calles de Álvaro Obregón cubiertas de granizo quedará como un recuerdo de un evento que combinó la fuerza de la naturaleza con la capacidad de adaptación y resiliencia de los habitantes de la Ciudad de México.