Ciudad de México, 1 de septiembre de 2024
Esta mañana, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, presentó su último Informe de Gobierno en un evento multitudinario celebrado en el Zócalo de la Ciudad de México, marcando así el cierre de su sexenio. En un discurso que se extendió por más de dos horas, el mandatario realizó un exhaustivo balance de sus seis años en la presidencia, destacando los logros más significativos de su administración, centrada en la austeridad, la lucha contra la corrupción, y la implementación de programas sociales.
Desde tempranas horas, miles de personas se congregaron en la emblemática plaza capitalina, un símbolo recurrente en la narrativa del presidente, quien a lo largo de su mandato convirtió al Zócalo en un escenario clave para la comunicación directa con el pueblo. La afluencia de simpatizantes fue masiva, reflejando el apoyo popular que López Obrador ha mantenido a lo largo de su gobierno.
Durante su discurso, López Obrador subrayó los avances en la reducción de la pobreza, señalando que su gobierno logró disminuir las brechas de desigualdad a través de políticas públicas orientadas a los sectores más vulnerables. Mencionó, entre otros programas, «Sembrando Vida», que ha generado empleo y revitalizado zonas rurales, y «Jóvenes Construyendo el Futuro», enfocado en brindar oportunidades laborales y educativas a millones de jóvenes mexicanos.
El presidente también destacó las obras de infraestructura emblemáticas de su administración, como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, que calificó como un símbolo de la nueva era de la aviación en México, y el Tren Maya, un proyecto que, según él, transformará el sureste del país al impulsar el turismo y el desarrollo económico de la región.
Un tema central de su discurso fue la defensa de la «Cuarta Transformación», un movimiento político y social que López Obrador ha promovido como una ruptura con las viejas prácticas del pasado. El presidente insistió en que su gobierno ha sentado las bases para un cambio profundo y duradero en el país, aunque reconoció que aún queda trabajo por hacer para consolidar estos avances. En este sentido, destacó la importancia de que las próximas administraciones continúen con el proyecto de transformación iniciado por su gobierno.
López Obrador también abordó temas de actualidad como la situación económica del país, señalando que, a pesar de los desafíos globales, México ha mantenido estabilidad y ha logrado avances significativos en la recuperación post-pandemia. En materia de seguridad, el mandatario reconoció las dificultades, pero subrayó los esfuerzos realizados para fortalecer las instituciones de seguridad y justicia, mencionando la creación de la Guardia Nacional como un paso crucial en esta dirección.
El evento no solo contó con la presencia de miles de simpatizantes, sino también con la participación de los integrantes de su gabinete y figuras clave de la política mexicana, quienes acompañaron al presidente en este momento histórico. La ceremonia estuvo cargada de simbolismo, destacando la idea de un cierre de ciclo y la transición hacia el futuro de México.
Al finalizar su discurso, López Obrador fue recibido con una ovación de pie por parte de los asistentes, un gesto que subraya el apoyo de una parte significativa de la población a su proyecto político. Con este último informe, el presidente cierra un capítulo crucial en la historia reciente de México, dejando un legado que, aunque debatido, ha marcado profundamente la vida política y social del país.
Así, se despide del escenario público como uno de los líderes más influyentes de los últimos tiempos, con la promesa de continuar luchando por sus ideales desde otras trincheras. La ovación final y el ambiente de fervor popular en el Zócalo fueron testigos de un cierre que refleja tanto los éxitos como los desafíos de un gobierno que quedará grabado en la memoria colectiva de México.